Crítica de ‘Ford v Ferrari’: Autos, carreras y rivalidad

Película Contra lo Imposible
Ford v Ferrari (2019) Depeliculatv Facebook

En el ámbito automovilístico, “24 Horas de Lemans” es la carrera de autos más longeva que existe en el mundo, la cual busca poner a prueba la durabilidad del vehículo, las habilidades y eficiencias de los pilotos que participan en ella. La hegemonía de Scuderia Ferrari en el campeonato durante la década de los años sesenta provocó que Ford Motor Company incursionara a la misma con el propósito de no únicamente impulsar las ventas de sus autos, sino a desarrollar autos de carreras que pudiera vencer en la competencia a la empresa de Enzo Ferrari.

Contra lo Imposible’ (Ford v Ferrari, 2019) retrata el proceso de adaptación de Ford en el automovilismo de carreras, así como la rivalidad entre fabricantes automotrices que buscan consolidar sus productos, los intereses corporativos, la creatividad e innovación buscadas por ingenieros, diseñadores y pilotos para superar límites de la velocidad.

Trama de ‘Ford v Ferrari’: Rivalidad extrema

Con el propósito de vencer el dominio de la escudería Ferrari en el Campeonato Mundial de Le Mans, Henry Ford II (Tracy Letts), dueño de Ford Motor Company, encarga la construcción de un nuevo automóvil. Lee Iacocca (Jon Bernthal), vicepresidente de la empresa, decide contratar a Carroll Shelby (Matt Damon), ingeniero propietario de Shelby American.

Shelby encuentra en el británico Ken Miles (Christian Bale) al piloto adecuado para competir en la edición de Le Mans de 1966, no sin antes confrontar los intereses corporativos para lograr la victoria.

Crítica de ‘Ford v Ferrari’: Entretenida y dinámica carrera

En ‘Ford v Ferrari’, el realizador James Mangold (Logan, 3:10 to Yuma) ofrece una perspectiva tradicional sobre las trivialidades, la colaboración creativa, los intereses manejados en las carreras de automovilismo y por los corporativos que participan en las mismas. El arco dramático del relato confronta tanto a Ford como a Enzo Ferrari (Remo Girone) a través de sus ideologías como fabricantes de autos. Diferentes entre sí, visionan a las funcionalidades de los autos, el primero más interesado en el clasicismo y la venta masiva, mientras que el segundo prefiere a los autos veloces y poca producción de los mismos.

A su vez, las secuencias de acción y en la atención a los detalles para crear el Ford GT40 dotan un pulido dinamismo, tensión y fluidez en los momentos centrados en los cursos de las competencias, logrado por el trabajo de edición de Andrew Bruckland y Michael McCusker. Mangold confecciona un espectáculo versátil que capta la perspectiva visual del piloto que conduce a altas velocidades, intercalando encuadres de la caja de velocidades, el espejo retrovisor, la perspectiva del aficionado en gradas, los equipos centrados en el mantenimiento del vehículo en los pits y en las adversidades provocadas por la naturalidad del desgaste, así como en las decisiones para mantener íntegro al automóvil y piloto.

El guion de Jez Butterworth, John- Henry Butterworth y Jason Keller entrelaza también el aspecto familiar como motor de toma de decisiones. Ken Miles toma inspiración de su esposa Mollie (Caitriona Balfe) y su hijo Peter (Noah Jupe) para proseguir con su profesión. Aunado a ello, la tensión dramática traspasa la pista de autos para enfatizar en la rivalidad Ford/Ferrari y en el propio equipo de la empresa de Henry Ford II a través del manejo de imagen. Leo Beebe (Josh Lucas) rechaza la rebeldía de Miles, buscando preservar la imagen pulcra y los estándares clásicos de la compañía, llevándolo a confrontaciones con Shelby por intentar preservar el control de las decisiones.

Si bien ‘Ford v Ferrari’ maneja una narrativa convencional y soslaya en los motivos de acción de sus personajes, es una entretenido periplo de rivalidad, amistad, amor y familia que cuenta con el buen desempeño del elenco, equilibra drama con tintes de comedia y confecciona con elegancia la adrenalina generada por las carreras de autos veloces.


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