Crítica de ‘One Night in Miami…’: Entre charla y reflexiones

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One Night in Miami… (2020) Depeliculatv Facebook

En ocasiones, sucesos históricos y personajes célebres que lo enmarcan se convierten en inspiración para entremezclar el retrato ficticio de acciones, pensamientos e ideas de los involucrados. Desde el Hollywood clásico y la creación de ‘Citizen Kane’ de Mank (2020) hasta la tensa grabación de un disco de blues de la cantante Ma Rainey que despliega el racismo y la lucha de poderes en ‘Ma Rainey´s Black Bottom’ (2020), el recurso representa una gama de posibilidades para ahondar en perspectivas variantes sobre temas políticos y sociales.

One Night in Miami…’ (2020) retrata una recreación imaginaria en la que se apoya de cuatro personajes trascendentes en diferentes ámbitos de la política, el arte y el deporte de Estados Unidos, todos ellos atravesando por el punto máximo de sus carreras en los años sesenta del siglo XX, para atestiguar un intercambio de conversaciones que oscilan en temas sensibles de la época y en sus decisiones personales.

Trama de ‘One Night in Miami…’: Cuatro voces 

Febrero 1964. Después de llevarse la pelea de box entre Sonny Liston y Cassius Clay, se lleva a cabo una reunión especial en una habitación de un hotel entre Clay (Eli Goree), el jugador de futbol americano Jim Brown (Aldis Hodge), el cantante Sam Cooke (Leslie Odom Jr.) y el activista musulmán Malcolm X (Kingsley Ben- Adir). Ahí, no únicamente celebran un triunfo histórico, sino también conversan sobre diversos aspectos políticos y sociales en Estados Unidos, así como sus dificultades en sus respectivas actividades por el racismo que impera en el país.

Crítica de ‘One Night in Miami…’: Conversaciones y observaciones entre figuras históricas

En su ópera prima después de una consolidada carrera que incluye un Óscar como Mejor Actriz de Reparto por ‘If Beale Street Could Talk’ (2018), Regina King retrata una charla hipotética entre Clay, Brown, Malcolm X y Cooke que, si bien exitosos en sus ámbitos profesionales, rememoran los estragos sociales experimentados por afroamericanos.

Basada en la obra de teatro de Kemp Powers (también coguionista de Soul), el relato realiza una apertura en la que coloca los contextos personales de sus cuatro protagonistas en medio de eventos que preceden el resultado del encuentro pugilístico. Desde la prensa opinando sobre la figura de Clay, Brown con la negativa de entrar a casa de un hombre de blanco, la cobertura mediática hacia Malcolm X y el fracaso de Cooke (notable Odom. Jr) ante audiencia blanca en el Copacabana, el encuentro apunta a una paulatina convivencia que también muestra reflexiones sobre el entorno político, social y apuntes reflexivas del Islam.

El guion, del propio Powers, se mantiene fiel a su esencia teatral, prolonga su introducción, intercalando a sus personajes principales para mostrar la transición desde el evento deportivo hasta su finalización y la reunión llevada a cabo en un cuarto de hotel, así como con flashbacks sobre incidencias significativas que marcan sus carreras. King, con planos secuencias, resalta la variedad de personalidades a través de diálogos que no únicamente reflexionan en diferentes perspectivas sobre los cambios personales, la fama y las vigencias en las dedicaciones profesionales, sino también en la simbiosis entre arte y política como medio de reflexión y denuncia.

Entre la amenidad y admisiones personales, se presentan súbitas discusiones que adquieren un punto álgido por medio de confrontaciones verbales sobre el racismo y la contribución activista para la igualdad de derechos para la gente afroamericana que entrevé también los conflictos entre sí.

King divide también la atención en dos personajes para resaltar de igual manera las similitudes y resoluciones de cara a su futuro, guiando del conflicto al entendimiento, apreciación artística y política para la aceptación de diferencias ideológicas y reconsiderar el compromiso con la comunidad.

One night in Miami…’ no está exenta de un ritmo letargo que tarda demasiado en el enfoque de su premisa principal. No obstante, es un notable debut de Regina King como realizadora en el que se hace un justo homenaje a las aportaciones de Malcom X, Cassius Clay, Sam Cooke y Jim Brown a las diferentes periferias de la historia norteamericana.

 


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